Un Cuento Corto para Creer

Llevo un pececito conmigo, siempre lo llevo a donde yo vaya. Este pececito lo encontre caminando por la playa. Es un pez pequeño,verde, pero no era verde, era... como el color de aquel insecto, era como una esperanza de mar. Era un poco raro, y medio abstracto. Llevo este pececito hasta a la cama. A veces se rien de mi, a veces se burlan de mi las personas. Me dicen que parezco niño, me dicen que parezco idiota cargando un pececito a todos lados. La verdad a este pececito a veces lo escondo, porque hay personas que no gustan de peces, y otras que me juzgan por llevarlo a donde sea. Pero a mi me gusta mi pececito. Aun que tengo que admitir que a veces hasta a mi me cae mal mi pez. Una vez, se cayó. Andaba yo caminando y me quede viendo a la nada, como esas veces cuando uno se hipnotiza en el espacio vacio y en blanco, y sin darme cuenta me pececito se salio de su lugar... casi se caía. Pero de alguna manera u otro siempre que cosas asi pasan lo logro rescatar.

Bueno, lo lograba. Creo que debería de volver al principio y decir que llevaba. Es que se siente tan raro que ya no esté aqui. Nunca pense en ponerle nombre, y aun que nunca me preocupé por saber si era macho o hembra, siempre pensé que era hembra por el nombre que mis amigos le habian dado. Ahora mismo me causa tanta risa recordarle. La verdad es que no se como pasó. Un día estaba y el otro ya no. La verdad es que no creo que haya sido cosa de un día, se me hace que fué cosa de mucho tiempo – tiene que haber sido. Es que no noté el cambio hasta muy tarde. Mi pececito tenia tanto color. Era verde vibrante antes.

Creo que fué aquel duende que se me apareció un día que le celó el color y que quiso jugar con el quien le puso el hechizo. Lastima que no me dí cuenta suficientemente temprano. Poco a poco mi pececito fué encogiendose, encogiendose, encogiendose, haciendose tan pero tan pequeño. Y perdiendo su color, cada vez era un poquito mas pálido, más y más blanco. Duene maldito. Ojala que por lo menos, la gente ya no se burle de mi, ya que ahora ya no cargo el pececito – solo cargo su cubo lleno de agua. Creo que es mejor cargar solo el agua y no el pececito. Duende maldito.